El Estado es una unidad política que regula las distintas comunidades que habitan en un territorio.
El Estado debe servir a la comunidad, promover la prosperidad, garantizar los derechos y deberes de los ciudadanos, facilitar la participación del pueblo en los asuntos de la Nación, defender la independencia y la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica así como un orden justo, entre otros.
Para que un Estado pueda ser considerado como tal debe contar con ciertos elementos, estos son: territorio, población, una organización jurídica, gobierno, soberanía interna (poder para aplicar las propias leyes dentro del territorio sin necesidad de que interfieran otros estados) y soberanía externa (convocar a sus pobladores cuando existiera un ataque exterior a fin de defender su territorio).
Territorio: es el espacio geográfico en donde el estado ejerce soberanía. Sin territorio, no hay Estado, es decir, que desaparece el Estado.
Población: es el elemento humano que habita en un territorio. Está compuesto por hombres y mujeres que comparten las mismas costumbres e historia. Forman parte de la población los ciudadanos del territorio o los extranjeros que habitan en él.
Organización jurídica: es el conjunto de elementos que regulan los derechos de todos lo habitantes. Está integrada por los fines del Estado.
Gobierno: preserva el bienestar y seguridad de los habitantes y permite satisfacer sus necesidades.
